No sé porqué en los últimos días me he puesto a pensar en todo lo que he hecho a lo largo de mi vida, tanto académica como personal, que sí es mucho que sí es poco, que sí es relevante que sí no lo es; lo curioso es que esta reflexión me ha llevado a pesar en qué pasaría si estuviera muerta, puede sonar algo depresivo, pero no lo es, simplemente me parece interesante imaginar las reacciones de las personas que me conocen.
Evidentemente todo seguiría igual y las únicas personas que se verían afectadas por mi muerte serían aquellas que me conocen y han convivido conmigo: mi familia y amigos; pero lo curioso está en que cada una de esas personas lo tomaría de forma distinta: mi mamá, mi papá y mi hermana seguramente sufrirían mucho, porque yo me pongo en su lugar y sí alguno de ellos me faltara para mí sería el fin, tan sólo pensar en ello me hace llorar.
Por otra parte estarían mis primos y tíos, mi familia es muy grande y dentro de ella hay personas que forman parte de mi vida y otras que casi no veo o tal vez ni siquiera conozco, pero de lo que estoy segura es que me apoyarían en todo lo que pudieran, eso es algo que me gusta mucho de mi gran familia, que a pesar de no frecuentarnos muy seguido, en las buenas y en las malas nos unimos y nos apoyamos.
Después me viene a la mente la reacción de mis amigos; siempre he pensado que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de las manos y afortunadamente para mí también con los de los pies, hay muchas personas que han marcado mi vida de distintas maneras, y me considero muy afortunada al contar con verdaderos amigos y amigas. Sí yo dejara de existir los impactaría de forma distinta, porque el trato que he tenido con cada uno de ellos ha sido diferente, pero sé que todos estarían ahí para despedirse, lo que me hace realmente muy feliz.
La muerte de una persona es un evento muy fuerte, algo que al momento de escribir estas líneas en 2014 no podría describir, la mayor lección que dejaría es algo que he convertido en mi filosofía de vida: la vida es muy corta y debemos aprovechar cada momento como si fuera el último, y eso es precisamente lo que hago con mi vida, estoy consciente de todo lo que he hecho y que no siempre es lo más adecuado, pero no me arrepiento de nada, incluso siempre digo que si muriera hoy me iría con las mejores experiencias, consciente de la hermosa vida que me está tocado vivir.
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